Os presento la primera Vespa que restauré. Esta pequeña Vespa me la encontré por casualidad en un taller chapista y hablando con el mecánico y decirle que me volvía loco este modelo, que lo buscaba durante años precisamente blanca y de 75cc, me dijo que si le daba 60 euros me la podía llevar con papeles y todo. La pequeña máquina estuvo antes de pasar por mis manos un año bajo la inclemencia del tiempo y de una obra, por lo que podeis imaginar como estaba, pero lo importante era la ilusión que me hizo tener mi primavera 75. La restauración duró casi tres años, pero la satisfacción y orgullo que me da esta máquina es indescriptible. Os reto a probar esta satisfacción, solo verla aparcada y comprobar lo que se logra con paciencia, es para sentirse lleno de alegría.
miércoles, 8 de junio de 2011
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